Este domingo 13 de marzo se cumplen tres años del Pontificado del Papa Francisco, que se ha centrado en la búsqueda de las reformas en el seno de la iglesia, los viajes pastorales y la influencia en política internacional




El Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, fue elegido pontífice de la Iglesia católica el 13 de marzo de 2013 y se convirtió en el primer Papa latinoamericano y jesuita. En estos tres años, ha visitado 19 países y, en total, ha realizado 23 viajes, ha pronunciado 628 discursos y 180 homilías y ha presidido 282 celebraciones en la residencia de Santa Marta, donde reside.

Además, ha visitado 11 parroquias de Roma y de la periferia de la capital italiana, ha rezado 168 ángelus, ha presidido 124 audiencias generales, incluidas las catequesis de un sábado al mes por el Año de la Misericordia.

El tercer aniversario del pontificado de Francisco tiene lugar en el marco del Año Jubilar de la Misericordia y está precedido por la publicación de la exhortación apostólica sobre la familia como documento final tras los dos Sínodos, prevista para después de Semana Santa.

Desde el inicio de su Pontificado, el Papa ha marcado su estilo y dejado claro que no le gusta usar coche oficial y que no va a vivir en los aposentos del Palacio Apostólico, sino en una de las habitaciones de la de la Casa Santa Marta, mucho más austera. Ya en su primer encuentro con periodistas marcó con claridad cuáles eran sus expectativas para la Iglesia católica: «Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres».

Así, en su primera Semana Santa, Francisco volvió a romper moldes al decidir celebrar la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo en el Instituto Penal de Menores «Casal del Marmo», donde lavó los pies a 12 jóvenes de diferentes nacionalidades, dos de ellos, mujeres y una de ellas musulmana.

Francisco también ha entrado en la historia de la Iglesia, marcando el récord de santos canonizados: 833 en total, siendo el Papa que ha proclamado más santos en toda la Historia. De este modo, ha superado el récord establecido por Juan Pablo II, con 482 santos canonizados a lo largo de sus 26 años de pontificado. El récord del Pontífice argentino es doble ya que los primeros 815 santos los canonizó en un solo día y en una sola ceremonia, realizada en la Plaza de San Pedro el 12 de mayo de 2013.

Bergoglio también aprobó el decreto de martirio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, un gesto que fue criticado por el área más conservadora de la Iglesia al concebirlo como la beatificación de la corriente de la Teología de la Liberación. Igualmente, canonizó a Juan Pablo II y Juan XXIII, llevando a los altares a dos pontífices del último siglo. Precisamente, el próximo mes de septiembre tiene previsto canonizar a otra figura emblemática de la Iglesia Católica, la Madre Teresa de Calcuta.

«Vergüenza» en Lampedusa

Otro de los momentos más recordados de su primer año de Pontificado fue su viaje a Lampedusa (Italia), después de la muerte de cientos de inmigrantes que intentaban alcanzar la isla italiana en pateras. Su grito de «vergüenza» por lo ocurrido resonó en todo el mundo. También ha sido constante en el pontificado de Francisco la visita a las parroquias de las afueras de Roma, para mostrar su predilección por las periferias.

Su influencia internacional, ejemplificada incluso en diversas portadas, como la que le otorgó la revista 'Time' como hombre del año cuando fue elegido Papa,culminó con la intermediación en el acercamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, destacada por ambos mandatarios.

Recientemente, durante su viaje a México, protagonizó una polémica con uno de los candidatos del partido repúblicano, Donald Trump, al asegurar que alzar muros no es una actitud cristiana, a la que el empresario multimillonario respondió que desearía que fuera presidente de Estados Unidos si los islamistas llegan a las puertas del Vaticano.

También son conocidos sus esfuerzos por ayudar a resolver el conflicto entre israelíes y palestinos en Oriente Próximo, una región en la que, además, el Papa no para de hacer llamamientos para que se atienda a los cristianos perseguidos.

Encuentro con el Patriarca Ortodozo Ruso

Precisamente, la persecución de cristianos fue uno de los asuntos que permitieron que el Papa diera un paso histórico este mismo año alreunirse por primera vez en Cuba con el Patriarca Ortodoxo Ruso Cirilo,un encuentro que no se producía desde el cisma de las dos Iglesias en el año 1054.

Entre sus frases más recordadas, se encuentra la que fue pronunciada durante el vuelo de regreso a Roma, cuando el Papa Francisco respondió a las preguntas de los periodistas sobre las personas homosexuales. «Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarla?», dijo.

En el seno de la Iglesia, el Papa Francisco ha tomado las primeras medidas para reformar la Curia romana y ha creado un grupo de nueve cardenales, conodico como G-9, que le asesoran en el Gobierno del Vaticano y en la limpieza de las finanzas de la Santa Sede.

Además, el Papa ha puesto en marcha una Comisión específica para laprotección de la infancia frente a los abusos en la que ha incluido a dos víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.

Francisco también está llevando a cabo un proceso de descentralización en el gobierno vaticano para externalizar algunas competencias a las iglesias locales. En el ámbito económico, ha creado un Consejo y una Secretaría de Estado de Economía del Vaticano y ha pedido un análisis a una consultoría externa para mejorar la gestión de los órganos administrativos y económicos de la Santa Sede.

El grupo de nueve prelados que aconseja al Papa en la reforma de la Curia y el gobierno de la Iglesia, perfiló en su última reunión las dos grandes líneas que definirán la simplificación de la Curia vaticana y apostó por reunificar los doce Consejos Pontificios que existen en la actualidad en sólo dos órganos: «Laicos-Familia-Vida» y «Caridad-Justicia».


Documentos

En estos 1.000 días, el Papa ha escrito dos encíclicas: la primera fue publicada en julio de 2013, con el título «Lumen Fidei», escrita junto a Benedicto XVI. La segunda, «Laudato si» fue presentada el 18 de junio de 2015 y se centra en la ecología humana y defender la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas en los seis capítulos compuestos; con el subtítulo: 'Sobre el cuidado de la casa común'. Esta segunda es otro ejemplo del peso del Papa en el mundo, ya que se publicó poco antes de la Cumbre del Clima de París.

Así, a lo largo de estos años, Jorge Mario Bergolgio también ha realizado una crítica constante contra el consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada "para combatir la degradación ambiental y el cambio climático".

El Papa también ha escrito la exhortación apostólica «Evangelii Gaudium» (La alegría del Evangelio) en la que observa que el Concilio Vaticano II ya afirma que las iglesias patriarcales y las conferencias episcopales pueden «dar una múltiple y fecunda contribución para que el sentido de colegialidad se realice concretamente».

Francisco ha visitado 19 países durante estos tres años de pontificado. Sus próximas visitas serán a Polonia (Jornada Mundial de la Juventud) a Colombia, Argentina, Chile y Uruguay. Su primer viaje al extranjero lo realizó cinco meses después de haber sido elegido Papa, en julio de 2013, cuando visitó Río de Janeiro, Brasil, a donde asistió a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.

Además, ha visitado Jerusalén, Corea del Sur, Albania, Francia, Turquía, Sri Lanka, Filipinas, Bosnia, Herzegovina, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Cuba, Estados Unidos, Kenia, Uganda y la República Centroafricana.

Fuente ABC es

Jorge Bergoglio es el 266 sucesor de San Pedro. El Vaticano, la nueva meca de los políticos argentinos.

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CON ALEGRÍA. Francisco celebra hoy su aniversario ante una multitud en la Plaza de San Pedro.

Tras la quinta votación del segundo día del cónclave que había sido convocado por la inesperada renuncia de su antecesor, Benedicto XVI, los miles de fieles que aguardaban el resultado en la Plaza San Pedro vieron a las 19.06 la fumata blanca que indicaba la elección de un nuevo Obispo de Roma, que fue entronizado seis días más tarde.

"Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscar casi al fin del mundo; pero aquí estamos", fueron las primeras palabras del jesuita que, entonces con 76 años, eligió llamarse "Francisco", dejando clara su identificación con San Francisco de Asís, y que decidió vivir en la residencia de Santa Marta,desechando el Palacio Vaticano que ocuparon sus predecesores.

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Elegido "Personaje del año" ese mismo 2013 por la revista estadounidense Time, le dio su impronta personal a una Iglesia que necesitaba un cambio de rumbo drástico tras las denuncias y escándalos que habían rodeado la dimisión de Ratzinger.

Desde sus primeros actos, Francisco comenzó a imprimirle a su pontificado un fuerte sentido ecuménico con apertura a otras Iglesias cristianas no católicas, de apuesta al diálogo interreligioso y de condena a las guerras, los conflictos económicos, el "Dios dinero", la corrupción y a las que dio en denominar "formas modernas de esclavitud", como trata de personas, tráfico de armas y trabajo esclavo.

Además, con el impulso de su encíclica Laudato Si de 2015, el papa se convirtió en un referente mundial en la lucha por el cuidado del medioambiente, a partir de la promoción de una ecología integral basada en el respeto a la Tierra pero con una mirada social que incluya a sus habitantes en un modelo de desarrollo.

No menos importante fue su anterior texto, la exhortación apostólica Evangelii Gaudium ("La alegría del Evangelio"), a la que él mismo clasificó como un acercamiento a "la doctrina social de la Iglesia", en la que recoge el espíritu de las bienaventuranzas y advierte que, mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo.

Desde su primer viaje como pontífice en julio de 2013 a la isla italiana de Lampedusa, Bergoglio otorgó también una destacada centralidad a la problemática de los migrantes que por motivos económicos, políticos y religiosos llegan a Europa y a quienes continúa describiendo como víctimas de la "globalización de la indiferencia".

Además de su misión pastoral al frente de la Iglesia católica, desde la que entre otros hitos protagonizó el primer acercamiento con los ortodoxos rusos desde el Cisma de Oriente de 1054, Francisco jugó un rol destacado en la política internacional que llevaron a que fuera nominado todos los años al Premio Nobel de la Paz.

En esa dirección, su logro más reciente es el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, coronados con un viaje a ambos en 2015 y que desembocó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas que han posibilitado, entre otras cosas, la visita que el mandatario norteamericano Barack Obama hará al país caribeño a fines de marzo.

DE MATES Y CHARLAS A UN FRÍO SALUDO PROTOCOLAR

En los primeros 3 años de Francisco al frente del Vaticano, los políticos argentinos consideraron como la nueva Meca la sede del catolicismo.

Como gesto de la cercanía al país que lo vio nacer, fue la presidenta Cristina Kirchner la primera mandataria en ser recibida por el Papa. Luego se sucederían 4 encuentros más tanto en Italia como en América Latina en las giras que Francisco tuvo por el continente pero sin pisar suelo argentino.

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En el medio hubo tertulias de más de 3 horas, viajes de delegaciones completas de funcionarios y candidatos para buscar "la foto" con Francisco. Con el tiempo, tras verse envuelto en varios escándalos locales, el Papa comenzó a limitar esos encuentros.

Con el cambio de Gobierno, la relación pasó a ser más protocolar, distante y fríaLas expresiones de algunos allegados Mauricio Macri durante la campaña y en contra del sumo pontífice, pusieron en alerta al Vaticano. Pasaron más de 2 meses de la asunción del nuevo presidente hasta que el Papa lo recibió en el Vaticano. El encuentro duró menos de media hora.

Imágenes integradas 4MANTILLA NEGRA. Look formal y protocolar para la primera dama.

Todos se lo disputan. Todos creen que o los apoya o los combate. Todos hablan del papa Francisco y ese era el objetivo, el único.




Hace tres años un cardenal proveniente del "fin del mundo" era consagrado como pontífice de la Iglesia Católica y ascendía a uno de los puestos de liderazgo político y social más relevantes del planeta. Jorge Mario Bergoglio era elegido como papa Francisco en el Vaticano y otro argentino, Guillermo Karcher, allí desde los tiempos de Juan Pablo II, ahora santo de la Iglesia, lo acompañó al balcón. Se mostró por primera vez sin los oros y lujos acostumbrados y lo acompañó un humilde crucifijo. Nacía un nuevo papado, un nuevo estilo, una nueva época pero, fundamentalmente, renacía la esperanza del catolicismo por subsistir.

Acostumbrados a un Bergoglio "utilitario", al que podemos poner más a la izquierda o a la derecha de las ideas, de acuerdo a nuestro propio interés del momento, pocos recuerdan que el caos interno que vivía la Iglesia hace tan solo tres años alejaba a los fieles y quebraba las "vocaciones" para integrarse a sus filas. De medio millón de religiosos esparcidos por más de 100 países, unos 10 mil sostienen juicios o acusaciones de abuso sexual y prácticas reñidas no solo con las que deberían ser sus propias convicciones, sino con los derechos humanos y las legislaciones nacionales. Ya no se trataba tan solo de las élites que respaldaban a gobiernos impopulares o autoritarios, sino de un reguero de curas esparcido por todo el mundo que dejaba a todo ese sistema de creencias con dos mil años de antigüedad al borde del abismo, debido a la perversión y el uso del secretismo como método de dominación hacia adentro y hacia afuera de la Iglesia.

Pocos recuerdan también ahora, mientras tironean de este hombre de casi 80 años para mostrarlo a su favor o achacarle desinterés en tal o cual cuestión puntual y local, que su antecesor, el antipático teólogo alemán Josef Ratzinger, Benedicto XVI, no murió y fue el primer pontífice en 500 años en renunciar. Tan grave era la crisis interna que se llegó a eso. Muchos sostienen todavía -cuando el conflicto está caliente por dentro, pero apaciguado por la luminosidad de la imagen del papa argentino por fuera- que "tuvo" que resignar el papado para generar un terremoto que marcara una bisagra en el tiempo a raíz de los escándalos, desobediencias y hasta la pudrición de las cúpulas y jerarquías.

Francisco llegó con sus gestos y el freno a la sangría católica en el mundo se frenó de inmediato. De hecho, le quitó poder a la vieja Europa, culpable en gran medida no solo de los hechos sino de los silencios y mutiplicó su figura con la designación en elevados cargos de hombres similares a él en África, Asia y, obviamente, en "su" Latinoamérica.

¿Le importa en verdad al papa Francisco ser de derecha o izquierda, ser disputado por Cristina y Macri en su país, por los conservadores y progresistas adentro y afuera de las murallas del Vaticano? La cuestión, en realidad, parece ser muy otra: si Francisco no hace lo que está haciendo, si no hubiera abierto los brazos hacia ambos lados en forma alternada, ya no el futuro, sino el presente de la Iglesia sería noticia diaria en los tabloides amarillistas y en la sección policial de los diarios.

Su misión no es otra que detener la caída de la Iglesia Católica y, en simultáneo, motivar un proceso de inercia que permita sumar, avanzar, seguir existiendo. Se trata de una actualización cultural que, tratándose del Vaticano, puede confundirse con una "revolución" debido a que tal dosis de oxígeno, de aire foráneo en esas catacumbas ideológicas, resultan algo muy extraño y en determinados recovecos en donde todavía no llega la mano de Bergoglio, algo muy ajeno.

¿Por qué el papa Francisco se deja usar? Se lo llama "peronista", el filósofo Gianni Vattimo lo indicó como parte del "chavismo latinoamericano que llega a Europa", en diálogo con MDZ y en otras nota de este medio, pensadores como Enrique Krauze dijeron todo lo contrario, "un libertario"; y representantes de la Secretaría de Estado de EEUU lo tildaron de "fundamental" para el acercamiento con Cuba. En MDZ, hasta los hijos del Che Guevara felicitaron su participación en las negociaciones y luego, país por país, la derecha o la izquierda, los "curas del Tercer Mundo" o del Opus Dei lo reivindican como cercano y propio. Francisco hizo que tanto Juan XXIII como Juan Pablo II, de uno y otro extremo de las ideas dentro de la Iglesia y en su comprensión del mundo, fueran canonizados. Y lo hizo con los dos a la vez.

Se deja usar, entonces, si cabe el verbo -y sin ninguna intención de ofensa- porque todos son necesarios en el único proyecto que lo ocupa y que no pudo cumplir su antecesor, a pesar de tratarse de uno de los intelectuales europeos más importantes del siglo pasado. Bergoglio, Francisco, tiene la "viveza criolla" suficiente para que hoy, a tres años de su designación como "papa bisagra" de la Iglesia Católica, hayamos olvidado los escándalos sobre los que navegaba turbulentamente Benedicto XVI.

Qué le importa a Francisco que se discuta en su nombre, siempre que termine por ser invocado una y otra vez, días tras día y eso, a la vez, le de existencia vívida a su Iglesia.

Lo está logrando, a todas luces, porque no hay nadie que no hable, bien o mal, para abrazarlo o acusarlo, de él y con él, de su "gestión" papal, de su Iglesia. Pero ese es otro análisis: para qué, por qué, con quiénes debe (o no) seguir vivo el Catolicismo.
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Ciudad del Vaticano (AICA): Este lunes 2 de noviembre, conmemoración de los Fieles Difuntos, el papa Francisco –siguiendo una larga tradición- descendió, a las Grutas vaticanas para rezar por los sumos pontífices allí sepultados y por todos los difuntos. Las Grutas vaticanas están situadas debajo de la basílica de San Pedro, en un nivel superior con respecto a la basílica constantiniana del siglo IV. Contienen las capillas dedicadas a varios santos, y las tumbas de reyes, reinas y papas a partir del siglo X. El lugar sagrado por excelencia es el sepulcro de san Pedro, donde se encuentra el tabernáculo, del siglo IV, mandado construir por el emperador Constantino, sobre la venerada sepultura del Apóstol. 

Este lunes 2 de noviembre, conmemoración de los Fieles Difuntos, el papa Francisco –siguiendo una larga tradición- descendió, a las Grutas vaticanas para rezar por los sumos pontífices allí sepultados y por todos los difuntos. 

Las Grutas vaticanas están situadas debajo de la basílica de San Pedro, en un nivel superior con respecto a la basílica constantiniana del siglo IV. Contienen las capillas dedicadas a varios santos, y las tumbas de reyes, reinas y papas a partir del siglo X. 

El lugar sagrado por excelencia es el sepulcro de san Pedro, donde se encuentra el tabernáculo, del siglo IV, mandado construir por el emperador Constantino, sobre la venerada sepultura del Apóstol.
El dueño de la óptica en Roma iba a llevar las gafas al Vaticano, pero el Sumo Pontífice volvió a sorprender: "No, no quiero que venga, yo voy para allá"



El papa Francisco salió el jueves del Vaticano para hacer una compra personal: gafas nuevas.
El Sumo Pontífice llegó al atardecer a la Optica Spiezia en la Vía del Babuino en su Ford Focus, acompañado por su guardaespaldas y algunos policías de civil, dijo el testigo Daniel Soehe.
Crédito: AP
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El propietario de la óptica, Alessandro Spiezia, dijo a The Associated Press que colocó lentes nuevos en el marco de las gafas que llevaba el Papa. Agregó que el año pasado le confeccionó gafas nuevas y que a su famoso cliente le gustaron tanto que le encargó una nueva receta.
"Se suponía que yo las llevaría ayer al Vaticano, pero el Papa dijo a su secretario 'No, no quiero que Spiezia venga aquí; yo iré a Vía del Babuino''', reveló emocionado Spiezia momentos después que Francisco se fuera con sus gafas.
El Pontífice, que pasó menos de una hora en el pequeño comercio, provocó una aglomeración en la calle.
Crédito: AP
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Francisco ha lamentado no poder salir y pasear a su gusto. Cuando era arzobispo en Buenos Aires viajaba en transportes públicos y ha dicho que una de las cosas que más extraña es poder salir a comer pizza. Pero ocasionalmente se ha hecho alguna escapada, especialmente para visitar la Basílica de Santa Maria Maggiore, por lo general en vísperas de un viaje al exterior y a su regreso.
Soehe, un turista alemán que visita Roma con su padre, se manifestó asombrado de ver al Papa en el comercio, probándose las gafas, especialmente poco después de esperar cuatro horas en vano para trepar a la terraza de la Basílica de San Pedro.
"Había mucha gente y también estaba el presidente de Israel de visita", explicó a la AP"Le dije a mi padre: 'Esto ha sido mejor que subir a la terraza de San Pedro: ver al Papa probándose sus gafas'".

Rueda de prensa a bordo del avión.Dijo que considera esa obra como "una expresión de arte de protesta". La cruz con una hoz y un martillo fue un regalo de Evo al pontífice y había causado una ruidosa polémica.




El papa Francisco llegó finalmente hoy a Roma tras un intenso periplo por Sudamérica, que incluyó visitas a Ecuador, Bolivia y Paraguay. En el avión de Alitalia, que lo trasladó de regreso al Vaticano, el pontífice habló con la prensa sobre varios puntos de su gira, incluido el polémico crucifijo con la hoz y el martillo que le regaló Evo Morales.

"Entiendo esta obra, la considero una expresión de arte de protesta, para mi no fue una ofensa, se lo digo para que no haya opiniones equivocadas. La llevo conmigo al Vaticano", dijo el Papa Francisco sobre el crucifijo inspirado por el diseño del jesuita Luis Espinal, asesinado por la dictadura boliviana.

El crucifijo despertó una ola de críticas en las redes sociales, en las que se acusó a Evo de haber regalado una monstruosidad al santo padre y que éste además se habría mostrado ofendido y enojado. Bueno, ni una cosa ni la otra.

Francisco también habló sobre las históricas negociaciones entre Cuba y Estados Unidos. "Ambos perderán algo y ganarán algo, porque las negociaciones son así. Pero ambos ganarán en paz, amistad", dijo en vuelo rumbo a Roma.

Francisco fue interpelado sobre el reacercamiento entre ambos países. El Papa contestó quitandole relevancia a la mediación de la iglesia en el proceso.

"El proceso entre Cuba y Estados Unidos no fue una mediación, no tuvo un carácter de mediaciones, había un deseo en ambas partes, a un cierto punto, en enero del año pasado me informaron, pasaron tres meses, recé ¿qué deben hacer estos dos que desde hade 50 años están así? Después el Señor me hizo pensar en un cardenal, él fue allá, no pasó nada, después el secretario de Estado, que está aquí hoy, me dijo ¿mañana se hará la segunda reunión? ¿Pero cómo? Sí, sí, se hablan. No fue una mediación, sino la voluntad de ambos países, nosotros no hemos hecho casi nada, solo pequeñas cosas y a mediados de diciembre fue anunciado. De verdad fue así, de verdad no hay nada más", aseveró.

Francisco respondió así a una pregunta sobre eventuales mediaciones en zonas difíciles, como Colombia y Venezuela, tras el éxito del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos propiciado por el Vaticano.

Francisco también defendió los "movimientos populares" con los que se reunió durante su viaje a Bolivia y aseguró que el discurso que les leyó -uno de los más destacados de su gira- "es simplemente la doctrina social" de la Iglesia y no un texto "político".

Así lo dijo durante la rueda de prensa que concedió de regreso de su viaje a Latinoamérica y en el que visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay.

"Lo que yo he hecho es darles a ellos la doctrina social de la Iglesia, lo mismo que hago con el mundo de la empresa", aseguró.

(Fuente: agencia)
El Papa ofició la última misa de su gira sudamericana ante más de un millón de personas. En su homilía llamó a la solidaridad con "las culturas diferentes, el hambriento y con el forastero"


Foto: AFP

En su homilía en la misa de Ñu Guasú, el papa Francisco dijo que la hospitalidad es una de las palabras claves en la religión cristiana. Hospitalidad, dijo, "es una de las características fundamentales de la comunidad creyente" y agregó que "el cristiano es quien aprendió a hospedar, a alojar", aseguró.

Respecto a esto, lamentó que a veces la "misión, la evangelización" de la Iglesia "se base en proyectos y programas" y "se entienda en torno a miles de estrategias, tácticas, maniobras, artimañas, buscando que las personas se conviertan en base a nuestros argumentos".


Foto: AFP 

Para Francisco evangelizar, no es convencer con argumentos o estrategias sino "aprendiendo a alojar". El Papa habló de una Iglesia que debe ser "una madre de corazón abierto y que sepa acoger, recibir, especialmente a quien tiene necesidad de mayor cuidado, que está en mayor dificultad".

Foto : AFP 

Foto: AFP 

El pontífice dijo que la Iglesia debe mostrar "hospitalidad" con el hambriento, el perseguido o el desempleado, pero también "con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido" y a "las culturas diferentes"

También se refirió a la soledad "como otro de los males que hacen mucho daño, y que va haciendo nido en nuestro corazón y comiendo nuestra vitalidad".

"Dios nunca cierra los horizontes", señaló a los fieles, y agregó que "nunca es pasivo a la vida y al sufrimiento de sus hijos y siempre tiene atención "para tantas situaciones de exclusión, disgregación, encierro, de aislamiento".

Es cierto, consideró, "que no podemos obligar a nadie a recibirnos, a hospedarnos", pero también es cierto "que nadie puede obligarnos a no ser acogedores, hospederos de la vida de nuestro pueblo. "Qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, lugares donde están los cristianos, como verdaderas centros de encuentro entre nosotros y con Dios", expresó.


Ya desde la víspera, unas 150.000 personas habían llegado al parque, en las proximidades del aeropuerto, para buscar un buen puesto donde ver y escuchar a Francisco, que hoy finaliza su viaje a Paraguay, a donde llegó el viernes.

El acto congregó también a gran parte de la clase política paraguaya, y a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Francisco protagonizó la ceremonia, que incluye el rezo del Ángelus, sobre una plataforma en la que destaca el "altar de maíz", un retablo compuesto por unas 32.000 mazorcas de maíz y cientos de miles de semillas y flanqueado por dos gigantescas imágenes de san Ignacio y de san Francisco

La estructura, de más de 25 metros de alto por 14 de anchura, es obra del artista plástico paraguayo Koki Ruiz y fue trasladada en tres camiones hace dos semanas desde la pequeña ciudad de San Ignacio, en el departamento de Misiones, donde fue construida.

El acto de Ñu Guasú es uno de los últimos de Francisco en Paraguay, cierre de una etapa latinoamericana que antes le llevó a Ecuador y Bolivia. Sus actividades en Paraguay finalizarán con un encuentro con miles de jóvenes en la Costanera, el paseo fluvial de Asunción. Francisco es el segundo papa en visitar Paraguay, tras Juan Pablo II, quien lo hizo en 1988.