Bélgica sumará al Ejército en los servicios policiales para reforzar la seguridad interior

El primer ministro Charles Michel destacó que el país está decidido a trabajar "de manera enérgica" contra el terrorismo



Tras la operación antiterrorista de ayer en Bélgica, en la que dos hombres murieron y se detuvo a 13 personas por presuntamente planear atentados contra policías, el gobierno belga informó hoy que sumará al Ejército para "misiones específicas" en un intento por reforzar la seguridad.

Charles Michel, primer ministro belga, dijo que el Ejército colaborará con los servicios policiales para garantizar la protección y la seguridad en el país de forma temporal. El número de militares que participarían en esta labor asciende a 150.

"Estamos decididos a trabajar de manera enérgica contra el terrorismo", dijo Michel, en la presentación de un plan de seguridad que incluye doce iniciativas para hacer frente "al radicalismo y el terrorismo".

Las medidas contenidas en el plan son de carácter penal, administrativo y protocolario, explicó el jefe de gobierno, acompañado de varios ministros.

El listado de medidas incluye la retirada del pasaporte o documento a los sospechosos de terrorismo, la negativa a otorgarles pasaporte y la ampliación de las posibilidades de retirada de la nacionalidad.

Además, se ampliará la lista de infracciones en el código penal, que incluirá figuras como "la incitación al terrorismo, el reclutamiento y el entrenamiento de sospechosos de terrorismo".

Bélgica plantea igualmente activar el mecanismo previsto por la ley para identificar a personas implicadas en la financiación del terrorismo y cuyos activos serán congelados, y revisar la circular sobre "Combatientes Extranjeros" de septiembre pasado.

Este refuerzo en la seguridad está fuertemente vinculado al operativo antiterrorista lanzado ayer por la policía en tres ciudades belgas, en el que murieron dos sospechosos, además se detuvo a un tercero. Los tres hombres habían vuelto de Siria y, según informó la Fiscalía federal, estaban a punto de cometer atentados "de envergadura".

Además, un hombre se entregó ayer a la Policía, luego de ser sindicado por las autoridades como la persona que le vendió armas a Amedy Coulibaly, el hombre que mató a una policía y un día después mató a cuatro rehenes en un supermercado judío en París.

El portavoz de la Fiscalía federal, Eric Van der Sypt, precisó que la Policía federal y las unidades antiterroristas "realizaron en la tarde de ayer 12 intervenciones" en Verviers y en la región de Bruselas (Anderlecht, Molenbeek y Schaerbeek y Halle-Vilvorde).

De acuerdo con otras fuentes, en una operación efectuada anoche en Verviers, en la provincia de Lieja, las fuerzas de seguridad incautaron cuatro fusiles Kalashnikov, material para fabricar bombas, y hallaron en la vivienda uniformes de la Policía.

Desde hace un año, Europa teme que alguno de los cientos de jóvenes que viajaron a Siria o Irak a sumarse a la lucha de milicias islamistas radicales vuelvan a sus países de origen para cometer un atentado.

El gobierno belga estima que alrededor de 400 de sus ciudadanos ya viajaron a dichos países para unirse al Estado Islámico, un grupo que en el último año tomó el control de más de un cuarto del territorio de esos dos países y provocó una nueva ofensiva militar internacional en la región, encabezada por Estados Unidos.

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